Con la nueva reforma de ley fiscal aprobada por el consejo de ministros a inicios de este 2015, ha afectado a las ventas de bienes inmuebles adquiridos antes del año 1994, e incluso se produce una duplicación del importe a tributar:

  • Para llevar a cabo el cálculo de plusvalías se ha eliminado la corrección monetaria de la inflación de los 20 últimos años.
  • No existen costes de abatimiento en el cálculo del beneficio económico de la venta de un activo inmobiliario, haciendo tributar a un vendedor un 55% más que en 2014. 
  • La actividad del sector en las costas españolas se ha incrementado debido también a que es donde más se concentran un gran número de segundas viviendas en venta.

Todo lo visto anteriormente ha llevado a que los vendedores bajen los precios de los productos inmobiliarios, lo que supone una ventaja tanto para los interesados vendedores, al vender a menos precio eso sí,  como para los compradores.